Joaquín Leguía lleva varios años trabajando para que el medioambiente sea parte de la experiencia educativa de las/os más pequeñas/os. El jardín de la casa de su abuela fue el punto de contacto que le abrió las puertas al mundo de la naturaleza. Años después, a través de la Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA), viene impulsando la metodología TiNi: Tierra de niñas, niños y jóvenes, con la cual ha llegado a cerca de seis mil instituciones educativas.
Hoy, que las consecuencias del cambio climático en nuestro país y el mundo preocupan más que nunca, su propuesta de trabajar en alianza con la naturaleza provee a niñas y niños un conjunto de valores y actitudes para encarar nuestro presente y nuestro futuro más cercano. ¿Cómo incorporar al ambiente en nuestro sistema educativo? En esta conversación, Joaquín nos brinda algunas pautas para iniciar este camino.
Joaquín es uno de los protagonistas del famoso documental El comienzo de la Vida 2: Allá afuera, que fue estrenado en tiempos de pandemia en la plataforma de streaming más famosa. Allí Joaquín comparte sus reflexiones sobre el vínculo sociedad – naturaleza. Puedes verla en Netflix.
Entrevistador: ¿Qué relación tienen TiNi y EsVi, dos conceptos que has promovido bastante?
Los EsVi (espacios de vida) tienen su origen en las TiNi -Tierra de niñas, niños y jóvenes-, una metodología que hemos venido implementando desde hace 20 años (en el año 2000 fue lanzada como Bosque de Niños, pero en el año 2002 se consolidó como TiNi). En el año 2015 la metodología fue institucionalizada por el Ministerio de Educación con el nombre de Espacios de Vida – EsVi . Esto es un espacio de tierra que se les entrega a las y los estudiantes para que, a través del cuidado de las plantas y la tierra, generen bienestar para ellos mismos, para las personas de su entorno y para la propia naturaleza.
Entrevistador: ¿Y en qué se diferencian de un biohuerto?
En un biohuerto suelen ser los adultos quienes toman las decisiones y lideran las actividades con una mirada productiva que busca sumar, multiplicar, producir, generando un vínculo mecánico con la tierra. Es una mirada de “explotación de los recursos naturales”. Un EsVi es mucho más que eso, es un espacio que se convierte en el “aula de la naturaleza”, donde los protagonistas son las y los estudiantes que desarrollan un vínculo afectivo con la madre tierra y realizan acciones que son buenas no solo para ellas y ellos, sino también para las demás personas y para la propia naturaleza.
Entrevistador: ¿Es posible que estos espacios de vida sean sostenibles?
Nuestra propuesta es que el EsVi sea institucionalizado por medio de una resolución directoral de la propia institución educativa. Esta resolución le otorga la categoría de aula, convirtiéndolo en parte de la infraestructura educativa. Así se evita que a cualquiera se le ocurra construir algo sobre el espacio, lo cual es muy común en un mundo donde el cemento y la tecnología son sinónimos de modernidad. La resolución directoral es importantísima, contribuye a darle valor y a consolidar el EsVi como un recurso pedagógico tal como lo son el laboratorio o la biblioteca, permitiendo así transversalizar su sentido de propósito. Tenemos que entender que una escuela sin naturaleza es como una escuela sin tecnología.
Ahora bien, la construcción y el mantenimiento del espacio deben realizarse con todos los miembros de la comunidad educativa. No queremos que sea el típico biohuerto que se muere en temporada de vacaciones porque no tiene quien lo cuide. Para eso se crea colectivamente un Plan de Mantenimiento que garantice su cuidado en todas las épocas del año.
Entrevistador: ¿Se pudo avanzar durante la pandemia?
Desde hace algún tiempo elaboramos un curso virtual para implementar TiNis. Creamos una plataforma que se llama Escuelita Tini https://www.escuelitatini.com/. En ella plasmamos una serie de materiales con recursos lúdicos y pedagógicos. Allí los profesores podrán encontrar las animaciones de la Historia de Ana y Kim, que aparecieron en Discovery Kids. En esa plataforma hay cuentos, guías, sesiones de aprendizaje e infografías que les permiten a los docentes de inicial y primaria contar con recursos pedagógicos innovadores, que les permitan aplicarlos en distintas áreas curriculares, transversalizando el enfoque ambiental, la búsqueda del bien común y el sentido de propósito.
La plataforma nos ayuda a crear más TiNis. Ahora que no pueden hacerlo en la escuela, lo pueden hacer en sus hogares. Toda la información para implementar una TiNi y un EsVi pueden encontrarla en el siguiente link: https://www.aniaorg.pe/tini.
Entrevistador: ¿Tú nos hablas de la Madre Tierra como una maestra, a qué te refieres?
La concepción de la Madre Tierra, proviene de la cultura andina y amazónica, donde la tierra no es un objeto, es un ser vivo.
Hoy en día tenemos que hacer cosas diferentes para obtener resultados diferentes que nos ayuden a enfrentar nuestros desafíos. ¿Cómo lograr que las nuevas generaciones generen valores y actitudes a favor de la vida? La Madre Tierra nos puede ayudar a lograrlo. Quién mejor que ella misma para enseñarnos a conocerla, quererla y cuidarla. La madre tierra nos enseña diferentes valores, entre ellos el valor de la interdependencia, la idea de que todos estamos conectados, el valor del mutualismo, que se refiere a la cooperación entre las especies; el valor de la resiliencia, que nos enseña a florecer en la adversidad; así también el valor de la empatía que es sentir lo que el otro siente y aportar a su bienestar.
Entrevistador: ¿Cómo promover la incorporación de este enfoque en la gestión institucional?
Sería un tremendo error retornar a la normalidad como si nada hubiese pasado. Tenemos que volver con un discurso diferente. Es el momento de incorporar a la maestra Madre Tierra.
La idea es que se incorpore el enfoque ambiental en los documentos de gestión institucional. Nosotros proponemos que esto debe visibilizarse a través de una resolución directoral que, como ya dije, institucionaliza el EsVi como parte de la infraestructura educativa. Posteriormente, a través de otra resolución, se debe incorporar a la Madre Tierra como maestra.
Todo esto es bueno visibilizarlo, por eso sugerimos que se instale un panel con la foto de todos los maestros, incluyendo la imagen de la Madre Tierra.
El inicio de clases debe ser así: el director convoca a todos a una asamblea. Allí los saluda y les anuncia que está feliz de tenerlos de regreso, pero les anuncia que el mundo ya cambió y por ello hay también un cambio en la institución educativa. Allí les dice: “Hemos incorporado una maestra nueva que nos ayudará a desarrollar los valores que necesitamos para hacerles frente a nuestros desafíos como especie”. En ese momento retira la franela y se muestra ante todos el panel con la imagen de todos los maestros, incluyendo el de la Madre Tierra.
También sugerimos habilitar un mural con la visión inspiradora de los estudiantes como agentes de cambio, se sugiere una elaboración participativa. Finalmente, se instala un cartel en la EsVi donde diga: Aula de la Madre Tierra.
Entrevistador: ¿Y qué recomendaciones pedagógicas harías?
Se implementa el EsVi como Proyecto Educativo Ambiental Integrado, con la participación de los estudiantes y el apoyo de la comunidad educativa.
Los maestros pueden aprovechar el “Aula de la Madre Tierra”, que es un EsVi, para transversalizar el enfoque ambiental en todas las áreas curriculares. Para ello pueden visitar www.escuelitatini.com.
Un último consejo: pueden crear e implementar con la participación de toda la comunidad educativa un plan de mantenimiento del EsVi, que incluye también el periodo de vacaciones escolares.
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